Mientras la 5ta generación de consolas había optado claramente por el formato CD, Nintendo retrasaba la salida de su “Project Reality” hasta 1996 con Nintendo 64, un avanzado sistema especializado en gráficas 3D que seguría utilizando cartuchos.
La gran ventaja del formato CD era, sin duda, su amplio espacio de almacenamiento, algo que le costó fuertemente a la consola de la Gran N. Sin embargo, a cambio, el formato cartucho le permitió a los jugadores de Nintendo 64 nunca sufrir por los famosos tiempos de carga que estaban implícitos en el formato CD-ROM.
Al ser un sistema especializado en gráficos 3D, el diseño especializado de los creativos de Nintendo, sentó las bases de un robusto gameplay en escenarios tridimensionales y ambientes virtuales, gracias al innovador control de la consola que permitía exploración, movimientos y manejo cámara no vistos en la industria. El mismo control contaba con una bahía que le permitía expandir funcionalidades, desde tarjetas de memoria, hasta Rumble Paks. Además, la consola contaba de inmediato con 4 puertos para controles, lo que derivó a que el multiplayer local se volviera una característica insignia del sistema.
Aunque Nintendo 64 no tuvo el mismo soporte de publishers del que Nintendo había gozado en generaciones pasadas, la calidad de la gama de juegos que Nintendo y sus socios, como Rare, sobresaldría a un grado tal que cuenta con algunos de los juegos catalogados como de los más influyentes de la historia.
