El Jaguar fue la última consola de Atari y sucesora en forma de la Atari 7800. Seguiría usando cartuchos, aunque posteriormente, en 1995, recibiría un lector de CD, el cual tenía la peculiaridad de ser un formato propio, con la capacidad de soportar discos de hasta 790 MB.
El sistema en sí era muy capaz, con una compleja arquitectura basada en múltiples procesadores.